lunes, 10 de enero de 2011

Situación de la Auditoría de Cuentas en España

En este artículo vamos a analizar cual era la situación del sector de la auditoría de cuentas en España durante el año 2009. Para ello tomaremos como base la comunicación publicada por el Boletín Oficial del ICAC (BOICAC) en su número 82, relativa a este mismo tema con datos del 2009 y del 2010. Además, hemos empleado también como referencias bibliográficas las noticias buscadas por nuestros compañeros a lo largo del cuatrimestre.

Como hemos venido estudiando a lo largo de la asignatura, tanto los auditores persona física como las sociedades de auditoría deben estar registradas en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas (ROAC)) para poder ejercer la profesión. Por eso, es un buen punto de partida ver con cuántos profesionales contamos en España.

Según cifras de junio del 2010 existen en España 19.616 auditores de cuentas, de los cuales son ejercientes o prestan servicios por cuenta ajena 4.704 y 1.054 respectivamente. Por consiguiente, se hallan como no ejercientes 13.858.

Es decir, que más del 70% no ejercen como auditores, un dato poco halagüeño para la profesión y para aquellos que tengan intención de dedicarse a ella. Cabría preguntarse entonces qué motivos llevan a que la mayoría de los auditores se dediquen a otros sectores. Hay que tener en cuenta que también hay auditores socios y auditores por cuenta propia simultáneamente, 1038.

Además, un 60% está adscrito a una de las tres corporaciones, entre las cuales, el I.C.J.C. es el que cuenta con más auditores.

Respecto a las firmas de auditoría, en España hay 1.343 y sucede de nuevo lo mismo que entre los auditores persona física en cuanto a la adscripción a corporaciones. El I.C.J.C vuelve a ser la corporación con mayor número de miembros.

Podemos observar también la distribución geográfica de los auditores ejercientes y de las sociedades. Lógicamente, las ciudades más grandes de España son las que concentran un mayor número de auditores ejercientes y firmas de auditoría, como Madrid, Barcelona o Valencia.

Debemos considerar también si todos estos auditores ejercientes como persona física y sociedades de auditoría han podido ejercer durante el periodo de referencia, es decir, si han facturado por la prestación de sus servicios. Aquí se percibe una notable diferencia entre las personas físicas y las sociedades. Mientras que la mayor parte de las firmas han facturado, no ocurre lo mismo en el caso de las personas físicas. Es más, casi la mitad de estas últimas no han facturado. Esto puede ser un indicador de que la crisis ha afectado más gravemente a los auditores individuales.

Ya que normalmente las grandes firmas son las que auditan también a las grandes empresas, que pueden sortear las consecuencias de la crisis con mayor facilidad. Por el contrario, los auditores persona física suelen auditar a pequeñas y medianas empresas, que en tiempos de dificultades económicas y si no están obligadas a auditar sus cuentas anuales, evitan incurrir en los gastos que supone contratar a un auditor.

Hasta ahora hemos venido analizando tanto a auditores persona física como a las firmas de auditoría. No obstante, no debemos olvidarnos de que también existen otros profesionales a cargo de los auditores de cuentas por cuenta propia (valga la redundancia) y a cargo de las sociedades de auditoría.
En total suman 13.813 personas que se dividen en: 1.365 auditores que han prestado servicios por cuenta ajena y 12.448 personas no inscritas en el ROAC.

Como anteriormente, estudiamos la situación separadamente para auditores por cuenta propia y firmas.
En el caso de los primeros, contratan de media a 2 personas totalizando 1.857 personas contratadas entre los 830 auditores con personal. Sin embargo, la mayor parte de los auditores por cuenta propia (2.192 de 3.022) no tienen contratado a nadie. Esto es lógico, puesto que estos auditores por cuenta propia normalmente no cuentan con los recursos suficientes para contratar a personal adicional o poseen ellos mismos la capacidad necesaria para atender a su demanda.

En el caso de las segundas, por término medio contratan a 12 personas lo que constituye un total de 11.956 para las 972 sociedades que contratan personal. Es reseñable que sólo 12 firmas cuentan con un personal de más de 50 personas, lo que se corresponde con las grandes firmas nacionales e internacionales.

Si pasamos a analizar más detalladamente las cifras totales de facturación vemos que el año 2009 supuso una ruptura de la tendencia imperante en los años precedentes.

Desde el 2005, la facturación tanto de las sociedades como de los auditores individuales había ido aumentado entorno al 10%-12% anual.

Sin embargo, los efectos de la crisis comenzaron a notarse ya en el 2008 para los auditores individuales, cuya facturación descendió un 2%. Durante ese año, las firmas todavía consiguieron tasas de crecimiento positivas. Pero ya en el 2009, tanto la facturación los individuales como la de las sociedades descendió en un 7% y en un 2% respectivamente. Como suele suceder, la crisis afecta más a los individuales, que suelen poseer negocios más pequeños.

La facturación media de los auditores individuales fue de unos 34.000 euros, que suponen un volumen total de facturación de más de 56 millones de euros entre los 1.625 que facturaron. No facturaron 1.397 (un 46,2%).

El 36% de ellos logró facturar más de 12.000 euros, lo que representa aproximadamente un 95% del volumen total de facturación.

La facturación media de las firmas de auditoría fue de 553.590 euros, alcanzando un volumen de facturación total de más de 655 millones de euros entre las 1186 sociedades que facturaron (un 90%).

De entre ellas, sólo el 6% superó los 600.000 euros de facturación. Sin embargo, representan el 76,3% del volumen total de facturación. Las siete grandes compañías que facturan más de 6 millones de euros son las que representan un 65% de la cifra total de facturación. La mayor parte de las firmas facturan menos de 180.000 euros, que corresponden a las pequeñas sociedades de auditoría locales o regionales.

En último lugar, analizamos los tipos de trabajo realizados por los auditores conjuntamente, es decir, no desglosamos en individuales y sociedades. En total se realizaron más de 67.000 trabajos.

Claramente destacan los trabajos de auditoría de carácter obligatorio, que representan un 58%. Y les siguen aquellos trabajos de auditoría solicitados voluntariamente por las empresas cliente con un 23%. Esto último puede chocar en un momento de crisis como el actual, no obstante, como nos indicó el auditor al que entrevistamos, someter las cuentas anuales a una auditoría voluntaria puede conllevar algunas ventajas. En tercer lugar destacan los trabajos para entidades de crédito, aseguradoras, etc. con un 14% del total. El resto de trabajos representan una proporción ínfima nunca superior al 2%.

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